- Comer saludable y equilibrado, incluyendo alimentos nutritivos, ricos en fibra, vitaminas y minerales, como frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos, menestras, pescados, etc.
- Mantenerse bien hidratado.
- Mantener un descanso adecuado.
- Controlar el estrés.
- Practicar deporte con regularidad.